¿Cómo está yendo la obra?

En el verano de 2022, en plena resaca de Una Señora Fiesta, por fin podíamos anunciar el inicio de las obras de rehabilitación de La Benéfica. El sueño comenzaba a hacerse realidad. Una vez obtenida la licencia, nuestro equipo de arquitectos, Paula Lobo y Manuel López Carregal, de Carregal Arquitectura, se metieron en faena coordinando todas las tareas, realizadas siempre por empresas y profesionales de la zona. Como sabéis, el proyecto de La Benéfica tiene tres partes diferenciadas: la nave donde se desarrollará la programación, el chigre como fuente de autofinanciación y porque qué sería de la vida sin ellos… y la plaza, que servirá de nexo de unión entre La Benéfica y el mundo. En esta primera fase de los trabajos nos centramos en:

1. Mejorar las condiciones estructurales de la nave.

2. Construir un escenario sobre un espacio soterrado que servirá de almacén.

3. Rehabilitar el tejado de madera y teja.

Todas estas actuaciones, una vez finalizadas, servirán para que podamos empezar a programar actividades en La Benéfica. Como decimos, el sueño está cada vez más cerca.

El proceso de rehabilitación de La Benéfica

El derribo 

A veces, para construir hay que derribar primero lo que no suma. En el caso de La Benéfica nos encontramos con unos edificios anexos de una época posterior a la nave, que además de estar mal catalogados y carecer de valor arquitectónico, estaban dañando su estructura. Los elementos estructurales de la parte lateral de la nave que da a la parcela estaban sufriendo la entrada de agua en cascada a cuenta de estos anexos. Tuvimos que dar alguna que otra vuelta para conseguir el permiso, pero finalmente, procedimos a la demolición. Bueno, en realidad lo hizo Ángel Mata, palista de Piloña, a quien agradecemos su buena disposición.

La nave

La nave de La Benéfica no estaba precisamente en un buen estado de conservación. Una de las patologias más llamativas que nos encontramos fue un portón de garaje automático que eliminaba dos de los arcos originales de la nave de La Benéfica. Recordamos que su último uso fue un parking; eso explica esta acción incomprensible hacia este edificio catalogado y su entorno. 

Toda la instalación eléctrica de cables era un desastre, las bajantes y canalones de PVC, la mayoría de las ventanas y puertas de madera estaban tapiadas y entraba mucha agua. Tenemos la esperanza de poder recuperar alguna contraventana, pero los daños son de calado.

Cuando nos pusimos a la tarea de aislar y tratar los muros nos llamaron la atención algunas pintadas en los muros, reflejo de la evolución histórica de los movimientos sociales en L’Infiestu. Con esto seguro que vamos a hacer algo, que os podremos contar más adelante.Los elementos estructurales de la parte lateral de la nave que da a la parcela, estaban sufriendo la entrada de agua en cascada a cuenta de estos anexos.

 

El sótano

Tenemos que confesar que al sótano le teníamos un poco de respeto, porque implicaba excavar en terreno desconocido. Habíamos hecho algunas catas, pero realmente no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. Con los profesionales de Tuñón Ardines (a los que agradecemos enormemente su disposición y colaboración) al frente del tinglado, nos pusimos a excavar una superficie de 80 metros cuadrados con una profundidad de 2,5 metros. Al principio tuvimos suerte, porque nos encontramos un terreno bastante blando, pero con buena consistencia. Pero la suerte duró poco. En septiembre cayó una tromba de agua de esas que nos prestan en Asturias y argayó el terreno en un lateral. Nunca llovió que no escampase, perdimos días, pero finalmente logramos terminar.

 

La cubierta

La frase de “empezar la casa por el tejado” en La Benéfica cobra mucho sentido. Con la cubierta de La Benéfica teníamos un reto enorme, porque queríamos mantener la mayor parte de sus elementos. Vigas, pilares y cerchas son de madera noble, las tejas de una época muy determinada y procedentes, en su mayor parte, de la Fábrica de Loza de San Claudio…

Con la ayuda de Rafa Martín, carpintero del concejo, encontramos una solución que respeta la estética del edificio y a la vez, con la incorporación de los sistemas constructivos que tenemos en el siglo XXI, cumple con la normativa y es funcional. Optamos por un sistema francés (esta vez tuvimos que alejarnos un poco de Piloña) que se llama “Sapisol” y consiste en paneles de madera de grandes luces con un interior de aislamiento térmico y acústico. Tiene 14 centímetros de grosor y un barniz interior para que la madera nueva no contraste con el roble y el castaño de La Benéfica.

En el exterior el reto no era menor: 600 metros cuadrados de cubierta de teja. Finalmente conseguimos recuperar 500 metros y los 100 restantes, del mismo modelo y época, los conseguimos en Urbiés, en Pola de Siero y Piloña. El objetivo del reciclaje del máximo de materiales posible estaba conseguido. Y además, contamos con vuestra ayuda para limpiar y adecentar las tejas, todo un lujo.

Y en 2023: año nuevo, Benéfica nueva

La buena noticia es que todo esto que os contamos ya sucedió. Por lo que, según nuestras previsiones más optimistas, en enero la primera fase de las obras estará finalizada. ¡Qué nervios y qué felicidad! Solo nos queda dar las gracias a todas las personas que lo habéis hecho posible. La colaboración con el proyecto de La Benéfica, a todos los niveles, es un fenómeno que se va a estudiar en los libros de historia y vosotras vais a poder decir: yo estuve allí.

Para seguir haciendo que el proyecto crezca hazte de Amigues con Derecho y ya verás qué bien nos lo pasamos el año que viene.

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¿Dónde estamos?

Plaza la Benéfica
L’Infiestu
33530, Piloña (Asturies)
hola@labenefica.org

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